Las canciones que nos llevan a sitios que quizás no están tan lejos, ni geográfica ni emocionalmente.

Nos llevan a esa canción que hacía mucho que no podíamos escuchar por el daño que nos hacía. A darnos cuenta al ir a WhatsApp a mirar una conversación antigua, de que como cambiamos de número al volver de otro país, hay conversaciones que nunca recuperaremos. Quedan algunas fotos, pero la mayoría las borraste de tu móvil en algún arrebato por rabia, por tristeza. Y solo quedan los recuerdos, que ya no sabes hasta qué punto son reales, porque ahí están, recordándote los momentos bonitos de algo muy, muy trágico. Y no entiendes, no entiendo por qué nos castigamos así.

Quizás porque a veces repetimos patrones y nuestro cerebro nos crea una alerta que dejamos en snooze, como el iPhone por la mañana, y de vez en cuando suena para recordarnos que no podemos dejar que vuelvan a pasar ciertas cosas. Nuestro cerebro, a diferencia de WhatsApp, tiene todo archivado.

No sé si seréis de mi opinión, pero inevitablemente todas esas relaciones de los 20 a los 30 marcan los siguientes años. No es que lleve mucho de esta década a mis hombros, pero en concreto a mí las de los 20 a los 25 por largas, cortas, intensas, infieles, duras, insensibles o todo lo contrario, han creado una serie de inseguridades y patrones que ya nunca sé si algunas cosas me han pasado porque las elijo así porque no aprendo de todo lo que me ha pasado, o porque realmente hay una tendencia a que esas cosas que marcan pasen cada vez más debido a un cambio social. No lo sé.

Pero podría hablar maravillas de personas que me hicieron daño, el tiempo consigue eso, que recuerde a algunas personas como puras anécdotas, porque el tiempo sanar no sé si sana, ya te digo por mi párrafo anterior que no creo que sanemos de ninguna manera, pero se crea una capa protectora. El Compeed del corazón. La mercromina cuando dejó de ser roja e inventaron la transparente: era una capa protectora, como el tiempo en las relaciones; transparente, pero efectivo. Sin embargo es una capa superficial. Y la mercromina tenía un poco de mercurio, que se ha ido retirando del mercado porque no es bueno para la salud. Igual que las canciones. Las canciones que creías que estabas preparada para escuchar cuando aparecen en una lista de repente.

Te dejo mi cachito de mercurio aquí. Si quieres mándame o dejas por aquí en comentarios el tuyo.