Dibujar, pero con letras
Hoy he visto mi primera película de Pedro Almodóvar. Me ha encantado.
Durante la película, el protagonista dice que escribe porque así saca los pensamientos de su cabeza y, por un momento, era como si me leyeran el alma.
Nunca he pensado que se me diera bien escribir, pero me alivia. Y el alivio que siento tras expulsar todo lo que me hace sentir angustia, que quienes saben un poco de mí saben que es un constante cóctel de angustia y ansiedad lo que siento, que hay ocasiones en las que duermo un poco y equilibro la ansiedad, otras necesito encerrarme y pensar y, cuando ya están ahí los últimos coletazos de la ansiedad empiezo a encontrar las palabras. Como cuando te sinceras con alguien, pero ante una hoja en blanco. Y sacas lo que más incrustado está, para dejar todo limpio hasta que se vuelva a llenar. A veces vuelve a entrar lo mismo porque el viento se pone en nuestra contra y hay que limpiar con más esmero. Aunque haya marcas que se queden para siempre, no importa que pintemos por encima.
“Tu memoria es un taladro a las tres del mediodía”.
Esto lo dice Carolina Durante en su canción “Las canciones de Juanita” y esa canción, por otro lado, resume tantas cosas que pienso: ¿para qué parafrasear algo cuando alguien ya ha encontrado la fórmula perfecta?
“La banda sonora de nuestras vidas, sonaría mejor de lo que imaginas.
Aunque ahora que lo pienso, tal vez sería algo aburrida.
La banda sonora de nuestras vidas
sonaría peor de lo que imaginas
Pero ahora que lo pienso...
No estaría mal oírla”.